Este año, estoy resuelto de dejar de esperar que suceda lo peor

Este año, estoy resuelto de dejar de esperar que suceda lo peor

A lo largo de 2022, pasé más tiempo en mi cabeza que en mi vida real, dejando que mi imaginación proyecte sus miedos y ansiedades en el futuro, que uno solo puede esperar para conducir a más Preocupación ya que se filtró a través de una lente de "fatalidad y penumbra". Estos patrones de pensamiento repetitivos también me hicieron doblarme en mí mismo, convirtiendo mi enfoque hacia adentro como un medio de autoconservación, y como tal, me he perdido las oportunidades para conectarme con mis seres queridos.

Avergonzado por admitirlo, con demasiada frecuencia dejo que las semanas pasen sin verificar a mi familia y amigos, y dejo que se realicen conversaciones completas con mi pareja sin que yo esté allí en absoluto. Además, me robó el "momento presente", por así decirlo, porque estaba demasiado preocupado para que me preparara para un futuro que aún no ha sucedido, y obstaculizó mi capacidad de experimentar alegría porque supuse que las cosas malas solo seguirían traje.

Todo lo que quiere decir, me quedé con una mayor sensación de ansiedad en torno a la incertidumbre y una tremenda cantidad de soledad, que seamos honestos, podría haberme traído sobre mí mismo. Pensar en los resultados peor posibles tampoco me protegió de la decepción, y mucho menos para prepararme para ello. Y, después de un año de mucha conflicto, se tenía que decidir la decepción.

De hecho, solo hay tanto que la catástrofía incesante puede lograr, y por qué este año, me estoy aventurando a desafiar mis patrones de pensamiento negativo resolviendo dejar de esperar el mejor resultado, lo que a su vez podría arreglar una aprensión de larga data Para la incertidumbre, pero los pasos. Por lo menos, espero dejar que las cosas se desarrollen sin llegar a conclusiones.

Hasta ahora, he logrado cumplir esa promesa. Me encuentro con los que pasean por el frente de mi conciencia con escepticismo en lugar de tomarlos como predicciones totalmente llenas. Y aunque muchos de estos pensamientos aún logran que mi estómago se aprieta, los estoy intercalando con anticipación positiva, como imaginar la próxima reunión con mi familia. Tal vez, con el tiempo, eventualmente llegaré al hecho de que el futuro también puede tener la posibilidad de alegría, y que, a veces, no siempre tiene que haber una captura para experimentarlo.