Soy un terapeuta de relación, y aquí le mostré cómo dejar de rumiarse después de una ruptura

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2. Cambia tus pensamientos

Cuando la rumia se vuelve insoportable, Dr. Daramus recomienda trabajar para alejar sus pensamientos de lo que sea que te estés reflexionando. "Necesitas actividades que roben atención de las reflexiones, como una muy buena película, un videojuego, un rompecabezas para resolver o un ejercicio duro", dice ella. "Sigue viviendo tu vida y practica aturdiendo tu atención hacia el aquí y ahora."

3. Decide cómo quieres ser cambiado

Eventualmente, deberá dejar de distraerse y tomar algunas decisiones sobre cómo desea avanzar. "Cuando algo sucede que te cambia, trate de decidir cómo quieres ser cambiado", dice el Dr. Daramus.

Si está reflexionando sobre una ruptura, por ejemplo, es posible que desee considerar las lecciones que desea aprender de esa ruptura, E.gramo. Aprender las banderas rojas de una relación tóxica, decidir fechar diferentes tipos de personas, cambiar la forma en que desea acercarse a las citas o mejorar sus límites, Dr. Daramus dice. "También puede ver lo que le encantó de esa relación y lo que puede buscar cuando esté listo para comenzar a salir nuevamente", agrega, señalando que los reflejos de fundición hacia adelante pueden ayudarlo a esperar el tiempo que se necesite para encontrar paz. "Trabajar en ti mismo podría necesitar incluir una práctica de aceptación radical de las realidades del riesgo emocional en las relaciones."

4. Reemplace sus preguntas de "por qué" con "cómo" o "qué" preguntas

Otra forma de manejar la rumia es tratar de hacerse "preguntas" o "qué" en lugar de preguntas de "por qué", dice Watson. "Por ejemplo, '¿Cómo sucedió X o Y?'o' ¿Qué noí en ABC??'En lugar de preguntarse por qué estoy pensando o me siento así?'O' ¿Por qué sucedió X o Y?'" ella dice.

Este replanteamiento es útil porque "por qué" las preguntas tienden a hacernos sentir atrapadas, y cuando no tenemos la respuesta, la rumia puede sentirse más abrumador y difícil de controlar. "Preguntar 'cómo' en lugar de 'por qué' nos señala para participar en una resolución más activa que a las maravillas pasivas, lo que puede sentirse más empoderador, decidido y significativo", dice Watson.

5. Hora de rumia de programación

Si no puede aceptar, reconocer y normalizar sus pensamientos, Watson sugiere programar 'tiempo de rumia' o 'tiempo de preocupación'. "Si creamos oportunidades para que revisemos, pensemos sobre la información y los pensamientos que siguen surgiendo sin juzgar, puede liberar otro momento para centrarnos en actividades y experiencias en las que nos gustan o queremos participar", dice ella.

Intente programar ráfagas cortas, 15 o 20 minutos en su día para preocuparse o reflexionar, dice Watson. "Tener esa breve explosión para dejar que su mente vaya a donde quiera sin juzgar es liberador y puede permitirle practicar tomar el control de cómo y cuándo se reforma sobre experiencias emocionales difíciles", dice ella.

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