Si bien puede ser incómodo, hacer una conexión con otro humano es una bendición disfrazada de su salud mental: según un nuevo estudio de la Universidad de Chicago, las personas tienden a tener mejores experiencias chateando con extraños que mantenerse para sí mismos. Y otro estudio sobre el efecto de "lazos débiles", como su barista o la chica que siempre ves en el yogua, indica que incluso esas pequeñas interacciones son un impulso para tu bienestar social y emocional.
“Descubrimos que las interacciones sociales genuinas, incluso las de las que sean mínimas, se enfrentan para satisfacer nuestra necesidad humana básica de pertenecer. Al chatear con un extraño, te están viendo y reconociendo, y tu conexión con esa persona puede recordarte tu conexión universal con otras personas."-Gillian Sandstrom, PhD
"Descubrimos que las interacciones sociales genuinas, incluso las mínimas, se están convirtiendo en el cumplimiento de nuestra necesidad humana básica de pertenecer", dice Gillian Sandstrom, PhD, profesora de psicología de la Universidad de Essex y autora del estudio sobre lazos débiles, le dice a Quartz. "Al charlar con un extraño, te están viendo y reconociendo, y tu conexión con esa persona puede recordarte tu conexión universal con otras personas."
Además de sentirse como si pertenecieras, otro estudio descubrió que conoce a alguien nuevo yendo y viniendo con el incómodo clima, incluso le da a tu cerebro un impulso, ayudándote a planificar mejor, priorizar y organizar. Básicamente no hay razón para no aprovechar una pequeña charla. Claro, las cosas pueden ponerse raras, pero al final, parece que vale la pena. (E incluso podrías hacer un nuevo amigo.)
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